Participación ciudadana
Practicar y valorar los principios que rigen la vida en sociedad fomenta el desarrollo de ambientes positivos y de relaciones saludables entre las personas. Los derechos y deberes que comparte la ciudadanía les permiten vivir de manera justa y segura. Esto porque, a través de los derechos, se le reconocen a las personas libertades y condiciones de vida que garantizan su dignidad como seres humanos. Una participación ciudadana efectiva fomenta el desarrollo del bienestar común en la sociedad.
¿Qué es una sociedad?
La sociedad es un conjunto de personas que conviven bajo normas comunes.
Las personas, como seres humanos, son sujetos sociales que necesitan de otras personas para desarrollarse y vivir plenamente. Esto significa que las personas dependen entre sí, unas de las otras, para alcanzar su desarrollo personal e individual y satisfacer sus necesidades. Algunas de las necesidades básicas son: alimentarse, vestirse, tener un lugar donde vivir y dormir, relacionarse con otras personas para recibir atención, aceptación, amor y diversión (compartir en familia y con amistades), entre otras. Desde que nacen, y por el resto de sus vidas, las personas pertenecen y conviven con grupos, tales como la familia, la vecindad (vecinos y vecinas), las clases escolares, los equipos deportivos, los equipos de trabajo, el país en el que viven, entre otros. Estos grupos son lo que se conoce como “sociedad”.
Al vivir en sociedad, las personas no solo satisfacen sus necesidades, sino que se organizan para determinar y llegar a acuerdos sobre cómo deben comportarse y actuar, y decidir acuerdos básicos en cuanto a cómo se gobiernan y quiénes gobernarán. Parte importante de la convivencia social es proponer cambios para crecer y mejorar como grupo. En una democracia ideal, los cambios se materializan mediante la participación ciudadana.
¿Qué es democracia?
El término “democracia” tiene su origen en las palabras griegas demos, que significa pueblo, y krato, que significa gobierno. Se utilizaba en Atenas, Grecia, cuando las personas se reunían en una plaza pública y, en conjunto, decidían asuntos que afectaban a todas las personas como pueblo. Es decir, participaban y se involucraban en la toma de decisiones fundamentales. Estas decisiones no recaían en una sola persona, como un rey o un dictador. Por ello, se dice que la democracia representa “el gobierno del pueblo” o “el poder del pueblo”. El éxito de una convivencia democrática depende de la participación de los ciudadanos y las ciudadanas en los asuntos que afectan a la sociedad.
¿Qué es una convivencia democrática?
La convivencia democrática es una forma de organización social y política que aspira a que las personas se relacionen entre sí pacíficamente, aunque tengan formas de pensar diferentes o tengan características distintas (sexo, género, raza, ideas religiosas o políticas, etc.). Mediante la convivencia democrática, las personas no tan solo buscan su propio bienestar y desarrollo, sino que piensan en el bien de las demás personas.
A través de la convivencia democrática se busca que las personas lleven una vida tolerante y a base de valores de respeto mutuo, que comprendan las diferencias y aprecien la pluralidad entre las personas. Esto no significa que las personas tienen que pensar igual o tener los mismos puntos de vista, sino que entiendan que cada una puede tener su propia manera de pensar y vivir.
Para una convivencia democrática sana es sumamente importante que todos los componentes de la sociedad se tomen en consideración en la toma de decisiones que les puedan afectar, tomando en consideración las necesidades de cada sector en la sociedad. Para ello, es importante que se escuchen las voces de cada grupo y que su participación sea considerada en la toma de decisiones.
¿Qué es la participación ciudadana?
La participación ciudadana es el mecanismo que tienen las personas para hacer llegar su voz y sus propuestas de cambio. Mediante la participación ciudadana, las personas pueden involucrarse en los procesos de toma de decisiones de asuntos públicos fundamentales, así como en la resolución de problemas de interés general.
La función de la democracia es que la colectividad ciudadana participe, y que no confié ciegamente, sino que cuestione cada actuación que se toma a favor o en contra del sistema político y de la ciudadanía. Ese deber de cuestionar y participar, es del ciudadano o de la ciudadana. Sin embargo, cabe destacar que también es importante que el ciudadano y la ciudadana esté dispuesto(a) a aportar críticas constructivas y compartir ideas y soluciones concretas a las necesidades identificadas.
¿Cuáles son algunos ejemplos de participación ciudadana?
La participación ciudadana se puede ejercer de diversas maneras. Algunos ejemplos de participación ciudadana son:
- Empoderamiento
El empoderamiento es un proceso que requiere reflexión y problematización en cuanto a los asuntos que le afectan a sí mismo(a) y al resto de las personas. Mediante la educación, las personas pueden obtener las herramientas necesarias para llegar a la autonomía. Es decir, desarrollar las capacidades para actuar y tomar decisiones que le beneficien y sean de ayuda para la sociedad.
- Participar activa e informadamente en los procesos electorales
Cada ciudadano y ciudadana tiene el deber de participar en los procesos electorales. Esto incluye informarse sobre las posturas y planes de cada candidato y candidata para hacer una selección informada en cuanto a quién representará mejor sus necesidades y valores, así como los de su comunidad. Además, es crucial que las personas ejerzan su derecho al voto en las elecciones.
- Integración en asuntos importantes para la sociedad
Cada ciudadano y ciudadana debe participar en la discusión de asuntos importantes para la sociedad y aportar opiniones e ideas en cuanto a ello. Esto incluye participar en las vistas públicas y comentar sobre los proyectos de ley que propone la legislatura.
- Supervisar y evaluar la actividad gubernamental
Todo(a) ciudadano(a) tiene el deber de supervisar y evaluar las actividades del gobierno. Como parte de esa fiscalización, los ciudadanos y ciudadanas deben brindar críticas constructivas informadas, que contribuyan al mejoramiento de la gestión gubernamental y al manejo de los recursos del gobierno.
- Cooperar con la administración de la justicia
Algunas de las formas principales de colaborar con la justicia son: servir como jurado, ser testigo veraz (decir la verdad) e informar la comisión de delito.
¿Cuál es la importancia de la participación ciudadana?
Sin la participación ciudadana, la democracia se debilita. En una sociedad democrática es vital que las voces de los diferentes grupos sean escuchadas y que sean consideradas en la toma de decisiones fundamentales.
Cada ciudadano y ciudadana tienen obligaciones de participación, particularmente en los asuntos públicos o del gobierno. De este modo, dan a conocer las necesidades y la voluntad del pueblo, y promueven el desarrollo y crecimiento social.
¿Qué es un deber?
Un deber se define como una responsabilidad, obligación o algo que nos corresponde hacer como parte de una comunidad. Como miembro de un país, toda persona tiene deberes que cumplir para procurar el bienestar general y la sana convivencia entre las personas.
Por ejemplo, los ciudadanos y las ciudadanas tienen el deber de estar informados(as) sobre las necesidades de su comunidad. Así pueden reclamarlas y velar porque las autoridades, las agencias gubernamentales y el Estado, cumplan con estas necesidades, garantizando siempre las mejores condiciones posibles.
El propósito de los deberes es mantener acuerdos y prácticas que posibiliten una convivencia agradable y positiva para todas y todos. El cumplimiento de los deberes ayuda a garantizar la armonía y las buenas relaciones con las demás personas y con su entorno o ambiente.
¿Qué es un derecho?
La palabra “derecho” puede utilizarse para referirse a cosas diferentes. Por un lado, se le llama “derecho” al conjunto de reglas o normas que regulan la conducta y establecen orden en la sociedad con el propósito de promover la sana convivencia entre las personas. Por ejemplo, al conjunto de normas que regulan las acciones de patronos y empleados o empleadas se le conoce como “derecho laboral”.
Por otro lado, se le llama “derecho” a aquellas libertades, garantías y condiciones de vida que buscan que todas las personas sean tratadas con respeto y dignidad. Las personas en las comunidades determinan y establecen los derechos que les protegen, a base de la moral, de las costumbres o de las leyes que prevalecen en su sociedad.
Todas las personas tenemos derechos. Cuando una persona promueve respetar los derechos de otros(as), está promoviendo y facilitando que se respeten sus propios derechos. De igual forma, cuando alguien facilita el bien común, obra para su propio bienestar como miembro de una comunidad.
¿Por qué se debe aspirar a una sana convivencia?
Los seres humanos en términos generales son sociales y dependen los unos de los otros. Es decir, que para poder satisfacer todas las necesidades de un individuo hay que colaborar con otras personas. De aquí surgen unas obligaciones y acciones recíprocas. Por esta razón es que hay que respetar los derechos de las demás personas y, a su vez, contribuir al bienestar general. Si no existieran y se cumplieran estas obligaciones frente a las demás personas, frente a nuestra comunidad y al Estado, no habría una sociedad funcional donde se puedan satisfacer las necesidades variadas de las personas.
Hoja informativa
Revisado: Agosto 2024