El Tribunal Supremo de Puerto Rico celebró una sesión especial para el juramento de 101 jueces y juezas. El grupo incluyó 9 jueces y juezas del Tribunal de Apelaciones y 92 del Tribunal de Primera Instancia, que incluyen 72 jueces y juezas superiores y 20 municipales. La ceremonia, cuya celebración fue pospuesta por motivo de la pandemia ocasionada por el virus del COVID-19, se celebró en el Teatro Alejandro Tapia y Rivera en el Viejo San Juan.
La Jueza Presidenta del Tribunal Supremo, Hon. Maite D. Oronoz Rodríguez, compartió una reflexión sobre la importancia de este evento protocolar para la judicatura y para el País. La Jueza Presidenta felicitó al grupo y les exhortó a aportar su conocimiento y labor para el beneficio de la comunidad a quienes sirven. “Vestir la toga cada mañana es un privilegio. Somos servidoras y servidores públicos y nos debemos al bien común”, expresó Oronoz Rodríguez quien destacó la importancia de no amilanarse ante los retos y mantener la verticalidad en el manejo de sus funciones, aún en la adversidad, pues la labor de la judicatura tiene un impacto diario y directo sobre la vida de cientos de puertorriqueñas y puertorriqueños. “Les exhorto a estar siempre del lado correcto de la historia; del lado correcto de la ética judicial, del lado correcto de la verdad, del lado correcto con el trato digno y justo a todas las partes por igual pero, sobre todo, a estar del lado correcto de la humanidad”, añadió.
“Veo el derecho y nuestra función como una herramienta de justicia social. Los tribunales pueden nivelar las inequidades que existen por motivo de raza, situación migratoria, género y capacidad socioeconómica, entre otras”. Destacó además que “se puede hacer justicia –siempre dentro de los lineamientos del Derecho y de nuestra Constitución— siendo un juez o jueza, sensible, respetuosa, eficiente, puntual, estudiosa, rigurosa, siendo ética, y tratando cada caso con la importancia y la sensibilidad que amerita”.